El verano trae sol, calor y actividades al aire libre… pero también riesgos invisibles para la salud capilar. Así como la piel necesita protección solar, el cabello también sufre los efectos de la exposición prolongada a los rayos UV. Como profesional de la peluquería o la estética, es esencial concienciar a tus clientas y ofrecerles soluciones específicas para esta época del año.
En este artículo descubrirás por qué es tan importante proteger el cabello del sol y cómo puedes ayudar a tus clientas a mantenerlo sano, brillante y fuerte durante todo el verano.
¿Cómo afectan los rayos UV al cabello?
Los rayos ultravioletas alteran la estructura de la fibra capilar. En verano, el sol:
- Oxida los pigmentos naturales y artificiales del cabello, provocando pérdida de color y un aspecto apagado.
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Descomposición de la proteína capilar (queratina): Los rayos UV penetran la cutícula del cabello y alteran la estructura de la queratina, debilitando la fibra capilar y provocando un pelo más frágil y quebradizo.
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Deshidratación intensa: El calor solar combinado con la radiación ultravioleta evapora el agua natural del cabello, dejándolo seco, áspero y sin elasticidad.
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Alteración de la cutícula capilar. La exposición prolongada al sol levanta las escamas de la cutícula, lo que facilita que el cabello pierda nutrientes, se enrede con más facilidad y se vuelva más poroso.
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Pérdida de brillo. El cabello pierde su capa protectora natural, lo que reduce el reflejo de la luz y genera un aspecto opaco, apagado y sin vida.
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Aumento de puntas abiertas. El daño acumulado de los rayos UV y la deshidratación aceleran la aparición de puntas abiertas y quiebre en medios y largos.
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Cabello más propenso al encrespamiento. El frizz aumenta debido a la deshidratación y a que las fibras capilares intentan absorber humedad del ambiente para compensar la pérdida.
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Pérdida de elasticidad. El cabello se vuelve menos flexible y más propenso a romperse al peinarlo o manipularlo.
¿Qué recomendar a tus clientas?
Como profesional, puedes marcar la diferencia con servicios y productos específicos para el cuidado solar capilar. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para compartir en el salón o en redes sociales:
1. Usar protectores solares capilares
Productos en spray o crema con filtros UV que crean una película protectora sin apelmazar el cabello. Ideales para aplicar antes de salir al sol o a la playa.
2. Optar por productos sin sulfatos y ricos en antioxidantes
El uso diario de champús suaves y mascarillas con ingredientes hidratantes como la niacinamida, el ácido glicólico o los aceites naturales ayuda a compensar la deshidratación causada por el sol.
3. Reforzar el cabello antes y después de la exposición
Recomienda un tratamiento profesional reparador en el salón antes del verano, y otro tras las vacaciones, para restaurar la fibra capilar. Con antioxidantes y ceramidas
4. Evitar herramientas térmicas tras largas exposiciones al sol
El cabello ya está sensibilizado, así que es mejor reducir el uso de planchas y secadores en los días de más calor.
5. Cubrir el cabello en horas punta
Sombreros, pañuelos o turbantes no solo son tendencia, sino que ofrecen una protección física muy efectiva.
Conclusión
Proteger el cabello de los rayos UV no es solo una cuestión estética: es una necesidad para mantener la salud capilar durante los meses más calurosos del año. Como profesional, ofrecer asesoramiento personalizado y los productos adecuados te posicionará como una referencia en tu zona y te permitirá fidelizar a tus clientas durante todo el verano.
¡Haz que el cabello de tus clientes/as luzca sano, brillante y protegido todo el verano con los productos de Tiendas GXs!
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